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Komensky ocupado de la enseñanza resuelto a generar un libro de aprendizaje fácil y amigable para los niños. Este es el "primer libro ilustrado", y una de las corrientes precursoras de enseñanza didáctica. Yo tengo el libro de las ediciones del zorro rojo, una de mis casas editoriales favoritas.

Es el año de 1658, Juan Amos Comenio, (en latín Comenius, Komensky, derivando actualmente en el apellido Commentz) fue un teólogo, filósofo y pedagogo nacido en la actual República Checa, crea esta obra. El libro concentra un diccionario en latín ilustrado que muestra el nombre de todo lo observado, dios, el tiempo, los elementos, la naturaleza, los objetos, los seres humanos.

Este es un librito que se lee muy rápidamente. Comprendo lo que la autora intentaba hacer con la carga de "erotismo" y la asociación del alimento: nutrir y dejarse alimentar, los símbolos inherentes al existir desde la voracidad y la cierta rebeldía. De todas maneras me parece una novela débil carente de identidad, aquí leo un fan service hollywoodense, una sobresaturación de identidad, no hay un sincero desarrollo de personaje ni vueltas de tuerca interesantes.

Artemisa narra sus experiencias primigenias, adolescentes y juveniles alrededor de dos elementos: la cocina de autor y el sexo. A través de vivencias carnales, memorias de infancia, pulsiones, deseos reprimidos, plantea aventuras osadas y transgresoras de fuerte carga material, imágenes vívidas, ideas memorables.

Puntual, concreto, interesante. A nivel investigación admiro la capacidad de síntesis y conceptualización que se requirió para plantear en una línea del tiempo toda la adaptación "evolutiva" de la raza humana. Lo recomiendo para personas que tienen un fuerte interés en historia, y antropología.
En algunos casos sentí escueto y laxo el análisis antropológico social con cierta perspectiva de género, que está recargado sobre la práctica patriarcal, aunque el libro mismo recalca la fuerte influencia de la misma en la construcción de la naturaleza humana. Puede ser un libro pesado, yo lo audio-leí, me funcionó bastante bien hacer un seguimiento de esta lectura y luego retomar algunos puntos en el libro digital. Despierta curiosidad, abre cajas, refresca la mente. Imagina que un extraterrestre pasa un tiempo considerable en la Tierra, y luego entrega un reporte a la nave nodriza sobre quiénes somos los humanos. Básicamente así se siente este libro.

La historia de la humanidad, desde un acercamiento biológico y antropológico. Sostiene un análisis casi neutral y semi lineal. La voz escribe en tercera persona lo que juega un papel interesante en la no identificación de la especie humana, y generar mayor comprensión de nuestra naturaleza.

Manual practico y conciso, para entablar una relación respetuosa ante la depresión, y las personas que atraviesan esta enfermedad. Se lee en un día. Si estás deprimido, regala a tus seres amados una copia de este libro. Y no olvides de asistir a espacios terapéuticos.

No es una obra literaria. No es un libro de "Auto ayuda". Es una guía practica, clara, concreta, y objetiva, que permite visibilizar las necesidades psico sociales de los seres en estado de depresión. Orientado a neurotípicos y personas no deprimidas, a generar sensibilidad y espacio de relación con la enfermedad de sus seres amados en depresión.

Indispensable para todos aquellos que creen que la depresión es estar distraído y se cura echándole ganas,

Tengo curiosidad, comienzo a leerlo con entusiasmo. 💖

Solo quien ha vivido con un ser amado que, ya no vive en esta realidad, sabe cómo se siente el amor entre mundos.

¡Mi libro favorito de este año! Me devolvió la vitalidad lectora, y me inspiró a seguir de cerca a esta escritora.

Lucas vuelve a casa, aunque nunca se había ido. Lucas nombra, recita, reclama la maldad que llega a casa en forma de dos hombres, en la forma de su padre y en la forma de su odio infantil; Lucas se esconde, se renueva. Piensa en su madre, crea ritos, venera a las criaturas pequeñas, se hace uno con las cuevas, se hace uno con los libros sabios, sobrevive entre esas páginas, la tierra, los insectos, los cabellos de sus nanas, la voz del fantasma en la memoria de su madre.

Natalia García Freire narra en primera y en tercera persona, o segunda persona formal; con maestría entre alegorías, metáforas e imágenes fuertes, un relato siniestro pero orgánico, muy vivo y entrañable.

Se va al estante de los favoritos predilectos que volveré a leer en unos años.